Behind the stadium


You go and I’ll come with you little baby. Me despierto con la música de anoche en repeat, y más allá de la cortina hay una ventana abierta y yo, sobre la cama, sin camiseta y tiritando, me lamento una mañana más de no haberla cerrado antes. La espalda, joder, duele. Todavía es pronto, las 6.19 en mi reloj. Las siete menos cuarto para el resto del mundo. Veo ropa tirada en el suelo, y mi chaqueta azul marino colgada en el pomo de la puerta, los zapatos apoyados el uno sobre el otro. Trozos de vida real camuflados en cosas, cosas desperdigadas por todas partes.

De esto no nos damos cuenta. Y las puertas de los armarios abiertas de par en par.


Y pienso que tengo que hacer algunas cosas por la mañana, y me tapo la cabeza con la almohada como cuando el puto pájaro de la ventana me despierta antes de despertar. Hace frío, más porque anoche mi chica estaba pensativa, más todavía porque estamos en julio. Los julios no se nos dan bien, pienso, pero ella es cojonuda, mientras me intento dormir un rato más. Cojonuda.

Y tengo que volver a mi mesa, dos horas y allí me espera el becario que se descalza en cuanto me descuido, la secretaria del jefe y sus sudores, la chica que se casa y se cree en el derecho de hacerme partícipe. La misma que prefiere un Porsche Cayenne a un marido con el que follar en la cocina, en el salón de casa de su madre o behind the stadium, o algo. La misma que no tiene ni idea de qué es la vida, por mucho que se case y por mucho que compre lámparas. También me espera el ascensorista del chaleco raído, este sí que tiene a una chica a la que quiere, seguro, lo pienso cada mañana cuando me saluda con una sonrisa... "este sabe que hay maneras y maneras de despertar"… y la moqueta gris, y las cristaleras de jaula de oro. Y ayer salí de allí corriendo para llegar despacio, tenía mil planes y luego, luego me tumbé en la cama, leí, me quedé dormido y vuelta a empezar. La vida está llena de muchas cosas como para perder el tiempo con cosas sin sentido.

Con cosas vacías.


Y es que hay muchas veces en que queremos hacer algo y no sale. Y cuando te vas piensas “cómo he sido tan torpe” y luego, efectivamente, sabes que has sido torpe y que todo podría ser más fácil y estereofónico. Y al día siguiente, cuando te despiertas de madrugada en tu cama helado, cuando después en la ducha tienes ganas de tirarte de los pelos, cuando antes de comer con tu jefe quieres sacar media hora para beberte una buena sonrisa, cuando la mesa de la oficina te irrita los nervios, cuando no tienes tiempo para casi nada, cuando te das cuenta de lo que realmente importa… sabes que éste es el secreto.


Éste es el secreto.



"You go and I'll come with you little baby
You go and I'll go with you little baby
You go and I'll come with you
You bet your life that I'll walk with you
You go and I'll come with you little baby…"


1 comentarios:

Jacqueline dijo...

Puertas abiertas, julios chungos, lámparas absurdas, mediashoras robadas para tener tiempo recuperado...nada puede ser mejor!! Nada!!

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