Volver a empezar

Hay que saber cerrar los ojos y decir “buen viaje”, hay que saber dar a cada cual lo suyo… y sonreír delante y la mano atrás.

Cerrada.


Y a los lados las tormentas.


No cambiamos, pero al final nos damos cuenta de que cada día estamos yendo, sin querer, a donde queremos y hay miles de cosas que nos ponemos nosotros solos, cosas en el camino, piedras, obstáculos.


Y hay que saber evolucionar.


Y, carajo, hay que ser más hábil.


Y eso es importante.

Saber lo que se quiere.

Y a cada cual lo que merece. Y lo que importa es lo que importa.

Y lo demás: ruido.


Y hay que hacerse un buen autorretrato, avanzar, contemporizar, y construir el mundo de otra manera, que el negro está muy visto y el peso es cansado. Y ya era demasiado, y ya, fin. Fuera. Pero al aterrizar en mi mesa esta mañana he pensado que lo mejor es volver a empezar. Uno mismo, pero mejor. Mejor versión, sacada con años.

Y punto… punto y seguido.


Me siento bien. Después de la tormenta me siento bien. Y con algunas monedas en el bolsillo, un cielo lleno de nubes limpias, una chica dulce con cometa, cactus y un poco de buena música todo es más suave. Más estereofónico.


A ver qué sale de aquí. Intentaré ser, por lo menos, igual de constante y cansino como lo he sido hasta ahora.


Walk on.

Leave it behind.



"Veo en el pincel

Amarillenta luz la del café

Aires del campo que respiran lienzos y papel

Lampara de alcohol, estrella quieta en tu habitación…"

1 comentarios:

Espín dijo...

Walk on!!!!!

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